20/02/2019
La primera clase de la asignatura empezó por conocer a un compañero o compañera, con el cual intercambiamos datos personales, características de nuestras vidas, gustos, hobbies, motivo por el cursábamos pedagogía, en qué trabajábamos, etc.
Después cada uno de nosotros y nosotras presentábamos a nuestro compañero o nuestra compañera, para mí fue más incómodo el que me presentara otra persona que el presentarme yo misma, ya que casi toda la clase me miraba a mí mientras escuchaba la explicación sobre mí de mi compañera. Y creo que esta incomodez es fruto a que no acostumbramos a interaccionar con otras personas sin hablar, en el momento que creamos un contacto visual con otra persona tendemos a desviar esta comunicación a la comunicación oral.
Una vez acabamos todos de presentar a nuestro compañero o compañera, pasamos a analizar qué sabíamos verdaderamente sobre las habilidades sociales. Y lo que más me causó curiosidad de este autoanálisis, es que verdaderamente nunca me había planteado si las habilidades sociales las tenemos o las aprendemos.
La clase finalizó con una tarea: SONREIR.
Después cada uno de nosotros y nosotras presentábamos a nuestro compañero o nuestra compañera, para mí fue más incómodo el que me presentara otra persona que el presentarme yo misma, ya que casi toda la clase me miraba a mí mientras escuchaba la explicación sobre mí de mi compañera. Y creo que esta incomodez es fruto a que no acostumbramos a interaccionar con otras personas sin hablar, en el momento que creamos un contacto visual con otra persona tendemos a desviar esta comunicación a la comunicación oral.
Una vez acabamos todos de presentar a nuestro compañero o compañera, pasamos a analizar qué sabíamos verdaderamente sobre las habilidades sociales. Y lo que más me causó curiosidad de este autoanálisis, es que verdaderamente nunca me había planteado si las habilidades sociales las tenemos o las aprendemos.
La clase finalizó con una tarea: SONREIR.
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